Las sesiones con vos, Vane, fueron una transformación profunda para mí. Tu empujón fue fundamental para animarme a mostrar todo lo que tenía para dar.
Gracias a tu guía, hoy puedo lanzar mi proyecto CALMA.
Hoy sigo repasando cada anotación que hice, para seguir alimentando el espíritu creativo que salió después de todo el trabajo que hicimos juntas.
¡Gracias Vane! Fue un enorme placer pasar por tu espacio.
Querida Vane, realmente no existen palabras para agradecerte por los dos encuentros (uno muy movilizador!!) y Enraiza Tu Ser que me elevó!! Gracias al universo por ponerte en mi camino, por ser guía y acompañarme hacia la luz.
Que tus ángeles, el Gran Águila, la Madre Tierra y tus Guías te cuiden y protejan para que sigas ayudando a las personas a sanar para encontrar el camino y lo más lindo: a demostrarnos que somos la integración de lo bueno y lo malo que nos sucede.
Gracias por demostrarme que me tengo que habitar desde el amor!
Decir gracias a Vane y a la experiencia que tuvimos es poco…
Aprendí una forma de ver la muerte distinta, “la muerte no existe”. La vida sigue de otra forma.
Como profesional de la salud mental, considero importante respetar las creencias de nuestros pacientes y mucho más poder conocer de qué se trata.
Las herramientas y terapias alternativas u holísticas, son tan importantes como las miradas más científicas.
En definitiva se trata de respetar lo que cada uno cree.
Y Vane, además, muestra su dedicación a la formación espiritual para estar al servicio de la humanidad de una manera respetuosa y amorosa.
Gracias, gracias eternas!
Le quiero compartir nuestro testimonio: el de nuestro hijo de 3 años y el mío.
Acudí a la decodificación con Vanesa dado que mi hijo no hablaba (sí, tiempo pasado). Llevábamos 6 meses de fonoaudióloga, fue derivado a una neuróloga infantil que siguió en otras evaluaciones viviendo en una sociedad que exige juzga y reprime a un niño de 3 años y a su madre.
Fue así que, sabiendo y entendiendo que como madre mi sanación iba a repercutir en la suya, “tomé el toro por las astas” y decidí tocar lo que duele, lo que dolía en silencio y limpiar la mugre debajo de la alfombra. Decidí acomodarme y así sané, solté y terminé con años de silencio que por generaciones callábamos.
El silencio una y otra vez como estandarte familiar y con la fuerza de las palabras. Ese pacto que había en el sistema, se rompió y el milagro ocurrió y mi hijo comenzó a pronunciar palabras, después a asociar palabras e imágenes y palabras y objetos o personas y para sorpresa de todos los que lo amamos y acompañamos en este proceso, su evolución está siendo a pasos agigantados.
Yo llevo a la paz del comienzo y mi familia el estandarte de libertad y franqueza.
¡Nunca más un silencio represor!
Oportunidad que me presento la vida de sanarme el alma y aprender a amarme, primero fue una esperanza, luego, tarde un hecho que solo pude transitarlo gracias a la empatía, sabiduría y sostén INCONDICIONAL de esta bella alma.
Gracias eternas Vane